Los hermanos Rodríguez fueron los precursores de un deporte no común en México. Conoce la historia de estos mexicanos adictos a la velocidad.
Los hermanos Rodríguez son probablemente, los dos mejores pilotos que ha dado México al mundo. No solo por el número de triunfos que obtuvieron; sino también porque fueron los precursores de un deporte nada común y más mortífero de lo que es en la actualidad.
Ambos dejaron su sangre en el asfalto, no sin antes colocar el nombre de su país en los récords de carreras tan importantes como 24 Horas de Le Mans, 3 Horas de Daytona, 2000 Kilómetros Daytona, el Campeonato Mundial de Alta Resistencia y, claro, la Fórmula 1.
Pedro Rodríguez, ‘El Ojos de Gato’ de la Fórmula 1
Para darnos una idea del buen desempeño de Pedro Rodríguez, debemos decir que en la F1 fue nombrado como ‘El Ojos de Gato’, dada su precisión a la hora de manejar en condiciones de lluvia, niebla y oscuridad nocturna.
Mientras que su hermano Ricardo Rodríguez llegó a deslumbrar en las 24 Horas de Le Mans para luego convertirse en el piloto más jóven en llegar a la Fórmula 1, con tan solo 19 años de edad.
Fueron hijos del acaudalado mexicano Pedro Natalio Rodríguez, quien los impulsó a los deportes, es en este momento cuando Pedro ganó varias carreras de ciclismo antes de cumplir los 10 años.
Ricardo Rodríguez, el piloto más joven en Fórmula 1
Una vez que Ricardo cumplió los 18 fue aceptado en dicha carrera, corriendo al lado de su hermano. Aunque el menor de los Rodríguez se separó con el fin de entrar en 1961 a la Fórmula 1, para 1962 un considerable número de aficionados en el mundo ya le seguía los pasos.
Fue en ese año que la F1 confirmó una carrera de exhibición en el autódromo de la Magdalena Mixhuca, sería la oportunidad para que el menor de los Rodríguez se luciera ante su gente, sin embargo Ferrari, la casa para la que corría, no accedió a viajar a México por no tratarse de una competencia oficial.
La muerte de Ricardo Rodríguez en México
Pero Ricardo quería lucirse ante sus paisanos, por ello solicitó un permiso especial para que la compañía Lotus le prestara uno de sus vehículos. Y así fue, se presentó en la pista mexicana a bordo del Lotus-Climax. Sin embargo murió a una velocidad de 150 kilómetros por hora en La Peraltada, una controversial curva de 15 grados que servía para dar vuelta a 180 grados en sentido contrario.
Con la tragedia de su hermano haciéndole ruido en la cabeza para que dejara las pistas, Pedro participó 14 años consecutivos en las 24 Horas de Le Mans. Incluso obtuvo en 1968 una victoria histórica a bordo de un Ford GT40.
Durante ese tiempo también ganó las 3 horas de Daytona en 1963, así como los 2000 kilómetros de Daytona 1964 con el Ferrari 250 GTO. Luego triunfó en el Campeonato Mundial de Resistencia con un Porsche 917 y consiguió siete podios en la Fórmula 1.
La muerte de Pedro Rodríguez en Alemania
En 1971, el mayor de los hermanos Rodríguez era una de las figuras con más probabilidades de ganar el título de la F1. No obstante, fue convencido para participar en una carrera en Nüremberg, Alemania, misma que no estaba dentro del programa de competencias de Pedro. Fue ahí donde murió el 11 de julio del año antes citado.
Los restos de los hermanos Rodríguez yacen en el Panteón Español de la Ciudad de México.
Por Josué Huerta